Un muy comentado informe de la UNESCO llamado “Los pilares de la educación del futuro” nos invita a los docentes a practicar tres principios para mejorar la calidad educativa. Estos pilares son el aprender a aprender, aprender a vivir con otro y aprender a hacer.
En la observación de las aulas de distintos niveles educativos me pregunto si después de algún tiempo de difundido estos principios realmente la educación implementó estos cambios y si logramos una mejora en las prácticas.
En este artículo me referiré al objetivo de la educación permanente de aprender el oficio de aprender. Con esto nos referimos a que nuestros alumnos logren aprendizajes significativos y no mecánicos ni memorísticos. Todos los que llevamos años en la educación vemos fracasar alumnos en evaluaciones orales o escritas que han estudiado de memoria y se esfuerzan por reproducir textualmente al autor y muchas veces al producirse una alteración en el clima del aula, o en lo emocional subjetivo, el alumno pierde el hilo de lo que estaba desarrollando, se le produce una laguna mental y no puede seguir con su producción. Esto lo lleva irremediablemente a no aprobar dicha evaluación y lo que es más importante aún no haber aprendido realmente lo que debía aprender.
¿Qué queremos decir cuándo hablamos de aprender a aprender?
Según la definición de Gaskins y Elliot, el aprendizaje “es un proceso socialmente mediado, basado en el conocimiento, que exige un compromiso activo por parte del estudiante y que tiene como resultado un cambio en la comprensión”.
Por que decimos que es social y mediado, pues, para aprender lo nuevo lo tenemos que relacionar con los saberes que ya tenemos y es más fácil realizar esto si lo hacemos interactuando con los otros. Con esto queremos significar que el docente debe favorecer momentos de relación e intercambio entre sus alumnos al interior del salón de clases.
Por que decimos que el aprendizaje debe basarse en conocimientos activos. Para lograr esto debemos partir de los saberes previos, para así ir incorporando lo nuevo. El docente debe ingeniárselas para favorecer en el alumno, la relación de lo “nuevo” con lo “viejo” en forma creativa.
Por que decimos que el alumno debe comprometerse a aprender. El desafío del docente es hacer interesante la propuesta de temas a trabajar para incentivar y lograr así que el alumno se motive.
Por que decimos que el alumno debe lograr un cambio en la comprensión; esto no solo significa tener información sino poder operar con ella. El desafío del docente es pensar actividades donde el alumno pueda explicar con sus propias palabras, ejemplificar, aplicar a otras situaciones, justificar, comparar, contextualizar, generalizar.
Si los docentes tenemos en cuenta lo anteriormente desarrollado, favoreceremos en nuestros alumnos la adquisición de aprendizajes significativos.
Todo aprendizaje se convierte en significativo cuándo el docente estructura lógicamente el contenido a enseñar de forma que el alumno pueda partir de lo más simple para llegar a lo más complejo y así se puedan jerarquicen los contenidos o temas.
Otra condición para que se de el aprendizaje significativo es que el alumno pueda incorporar y relacionar lo nuevo con lo ya aprendido, a su vez hay que favorecer la motivación para que realmente se tenga deseos de aprender y que sus aprendizajes se guarden y archiven en una memoria a largo plazo que pueda activarse y transformarse en la aplicación de situaciones nuevas.
Esto último llamado funcionalidad, es importante para que lo que se aprendió no sirva solo al momento de ser evaluado en la escuela sino que quede fijado en la memoria a largo plazo y pueda servir para la vida en cualquier momento que lo necesitemos.
A veces se producen obstáculos para el logro de algunas de estas condiciones que describimos como esenciales para los aprendizajes significativos. Algunos de ellos tienen que ver con situaciones del contexto socio cultural donde se desarrolla y aprende el sujeto o sea, son externas al alumno pero influyen en él y otros factores tienen que ver con situaciones internas o intrínsecas del sujeto tanto desde el orden psicológico como neuropsicológico.
Algunos de los impedimentos para que el estudiante “aprenda” adecuadamente son:
- un contexto socio cultural desfavorable tanto desde lo familiar como desde lo escolar o cultural.
- una etapa de la vida conflictiva como lo es la adolescencia.
- fallas o trastornos orgánicos como lo son los problemas auditivos, motores o visuales, disfunciones cerebrales, disminuidos intelectuales, etc.
- dificultades socio- emocionales como lo son la baja autoestima,
- la vergüenza, desinterés, baja tolerancia a la frustración, etc.
También es importante que el alumno utilice las llamadas “estrategias de aprendizaje”.
Las estrategias de aprendizaje son todos aquellos procesos que el alumno necesita poner en juego a la hora de resolver una determinada situación problemática o “conflicto cognitivo”.
Las estrategias de aprendizaje pueden ser de tipo cognitivo o metacognitivo.
Las estrategias cognitivas consisten en prestar atención y seleccionar la información que tiene que ver con las posibilidades de ingresar y buscar la información para luego trabajar con ella. Cuando fallan estos procedimientos nos encontramos con dificultades de aprendizaje que pueden tener su origen en problemas de vista, oído o problemas con la atención como lo es el síndrome de déficit atencional. El alumno tiene problemas en torno a lo que la Psicología Cognitiva llama memoria y atención sensorial, esto es muy importante para que se den buenos aprendizajes porque lo sensorial es lo que nos permite en primera instancia ingresar al área cerebral los elementos con los cuáles tenemos que trabajar para aprender.
En segundo lugar otras estrategias cognitivas tienen que ver con el procesamiento de la información, acá el sujeto tiene que tener posibilidades de procesar, organizar y estructurar la información para resolver los problemas cognitivos que se le presenta en la escuela. Cuándo hay problemas en algunas de estas funciones cognitivas nos encontramos ante dificultades que pueden ser de lectura comprensiva, inferencias o deducciones lógicas, fallas en la memoria a largo plazo, olvido de saberes adquiridos anteriormente, o cuándo el sujeto no ha desarrollado las estructuras cognitivas acordes a los aprendizajes que el nivel educativo le exige.
En tercer y último lugar hay estrategias que tienen que ver con la forma en que se comunican los resultados del pensamiento y el aprendizaje. Si un alumno realmente aprendió, tiene que poder expresarlo en forma verbal, escrita o gráfica.
Cuándo hay fallas en estas funciones cognitivas, el alumno tiene dificultades en la expresión oral o escrita, inhibiciones orales, nerviosismo, fobias sociales, desprolijidad en la presentación de trabajos escritos, dificultades desde lo motriz que lo llevan a tener problemas en la realización de los grafismos, el dibujo, o la práctica de algún deporte.
En síntesis, un alumno para aprender debe poner en juego múltiples capacidades para realizar el trabajo o tarea escolar que consiste fundamentalmente en organizarse, comunicarse e intercambiar con otros compañeros, realizar búsqueda de información, poder asimilar y seleccionar esa información, lograr tener una actitud crítica y comprensiva en el análisis de esa información, ser creativo y poder comunicar el resultado de sus aprendizajes de forma tal que tanto el docente como sus compañeros puedan comprenderlo.
Las estrategias metacognitivas, significan tener “conocimiento acerca del conocimiento”.
Solo cuándo se piensa en la forma en que pensamos estamos en condiciones de mejorar nuestro propio proceso de aprendizaje.
Es importante que cada alumno tome conciencia de sus propios procesos de aprendizaje. Esto influye en como el alumno planifica sus estudios, como lo ejercita y como se prepara para ser evaluado.
Como docentes tenemos que llevar al alumno a que piense en cuánto a las funciones en que pone en juego cuándo realiza la tarea, a que reflexione sobre sus creencias, valores, actitudes personales, la utilidad de esos aprendizajes que debe incorporar.
Algunos sencillos recursos para lograr mejoras en el rendimiento escolar pueden ser el que los sujetos estudien con algún par, el pedir ayuda a un mayor que esté con condiciones de apoyarlo, buscar compañeros para la realización de la tarea escolar, buscar el tiempo adecuado para los estudios, buscar lugares o espacios tranquilos donde no se vea perturbada su capacidad de atención y concentración.
Por último cada alumno tiene un estilo propio y particular de asumir su proceso de aprendizaje que los adultos tenemos que captar y respetar.
Las características de los estilos son el reconocer la influencia del contexto socio cultural, la influencia de factores cognitivos y afectivos en el aprender, lograr el conocimiento de uno mismo y la forma de relacionarnos con los otros.
Los estilos de aprendizaje son:
Activo: Su característica es la de ser creativo, espontáneo y renovador. Es voluntarioso y participativo. Muchas veces son líderes y protagonistas.
Reflexivo: Su característica es la de ser observador, analítico, detallista. Es prudente, distante, registra, investiga, redacta informes.
Teórico: Su característica es buscar hipótesis, el ser teórico, objetivo, razonador, perfeccionista, ordenado.
Pragmático: Su característica principal es el ser práctico, directo, realista, eficaz, planificador. Trata de solucionar problemas y aplicar lo aprendido.
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