La educación vista como un factor de desarrollo económico y de disminución de la pobreza.
El Banco Mundial comienza su documento indicando que el sector de la educación tiene un papel decisivo en el crecimiento económico y en la reducción de la pobreza. La evolución de la tecnología y las reformas económicas han provocando extraordinarios cambios en la estructura de las economías, de las industrias y el mercado laboral en todo el mundo. La velocidad en la que se adquieren nuevos conocimientos y en el que los cambios tecnológicos se producen crea la posibilidad de obtener un crecimiento económico sostenido y que los cambios de trabajo se hacen más frecuentes durante la vida de las personas. En Esta circunstancias se determinan dos prioridades fundamentales para la educación: la primera a dirigida a responder a la creciente demanda de las economías de los trabajadores adaptables capaces de adquirir nueva información sin dificultades, y, la segunda busca contribuir a una expansión constante de los conocimientos.
Así, al igual que en el documento de la CEPAL, en el análisis del Banco Mundial, ocupa un rol fundamental el progreso tecnológico y la linealidad entre la formación de recursos humanos, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza.
El principio teórico-metodológico que aplica el Banco Mundial es el análisis económico neoclásico que, en relación con el nivel educativo, encuentra su formulación en la teoría del capital humano. Basándose en esta teoría, el Banco Mundial cambia la realidad producida por el imperialismo capitalista y declara que la principal fuente de diferencias en el nivel de los estándares de vida entre las naciones son las diferencias de capital humano, que son también, en un sentido fuerte, el producto de la educación. En otra investigación se dice que las determinaciones producidas por las relaciones sociales capitalistas son, absolutamente, postergadas, el Banco Mundial concluye que "la principal fuerza impulsora del crecimiento económico es la acumulación de capital humano, es decir, del conocimiento".
La creencia en el conocimiento como el organizador de la producción social o las relaciones sociales de producción y como recurso estratégico para el logro de uso del pensamiento y del desarrollo sostenible está presente en ambos diagnósticos. El Banco Mundial considera que:
La velocidad en la que se adquiere nuevos conocimientos y en el que los cambios tecnológicos se producen brinda la posibilidad de lograr un crecimiento económico sostenido y que los cambios de trabajo serán más frecuentes en la vida de las personas. Las diferentes tareas relacionadas con el trabajo requieren menos habilidades manuales, por lo que los trabajos son más abstractos y, cada vez más, separado de los procesos físicos de producción.
De esta manera, en la concepción del Banco Mundial, la centralidad del conocimiento hoy en día sería reforzar la formulación clásica de la teoría del capital humano, según en la cual la educación, el desarrollo económico y la distribución de la renta mantienen, entre ellos, una relación lineal de causa-efecto.
Sin embargo, ambos diagnósticos, debido a tener el carácter central de su análisis sobre "educación y conocimiento", sólo ofrecen una interpretación sesgada y parcial de la realidad. Aunque no se está en desacuerdo con la importancia crucial del conocimiento para la organización social y el desarrollo, que critican la "economía del conocimiento", porque estoy segura de que el conocimiento no puede ser tomado en cuenta en sí mismo, aislado de las condiciones materiales de producción y de las relaciones económicas y otras políticas nacionales e internacionales. Es importante considerar que las relaciones establecidas no son monolíticas, del tipo causa-efecto, pero vienen de las mediaciones, las influencias mutuas, las determinaciones múltiples y complejos entre la producción, el conocimiento y la organización política socio-económica.
No obstante, siguiendo con la linealidad y la causalidad monolítica de su análisis, el Banco Mundial considera que:
La contribución de la educación para el desarrollo económico puede ser calculado por su efecto sobre la productividad, mediante la diferencia de ingresos de individuos con y sin un tipo específico de educación y la comparación que diferencia con los costos aplicados por la economía en la producción de este tipo de educación.
Por lo tanto, las prioridades y estrategias serán definidas por el cálculo económico capaz de identificar la mejor relación costo-beneficio, la que produce el mejor resultado en términos de mayor rentabilidad social.
En resumen, la estrategia defendida por el Banco Mundial a fin de hacer viable su propuesta se basa en la inversión primordial de los recursos públicos a la educación básica como una política de equidad, de la financiación privada para los niveles educativos y en otros una reforma institucional que la autonomía y la flexibilidad son garantizados por las instituciones educativas, a raíz de los paradigmas de las empresas y el enfoque de mercado.
En esta perspectiva, en calidad similar a la CEPAL, las políticas formuladas por el Banco Mundial implica la recomendación de seis reformas esenciales que, contribuyan a que los países de baja y media renta puedan resolver sus problemas de acceso, equidad, calidad y rapidez de la reforma que se promueve en la actualidad. Las reformas son las siguientes:
• dar mayor prioridad a la educación;
• prestar más atención a la productividad;
• invertir más y con mayor eficiencia en la educación básica pública, así como recurrir a la financiación de la familia para la educación superior;
• prestar mayor atención a la equidad;
• intensificar la participación de las familias en el sistema educativo;
• dar más autonomía a las instituciones con el fin de permitir una combinación más flexible de los insumos educativos
Como ya he mencionado, los diagnósticos de la CEPAL y del Banco Mundial coinciden entre sí en sus ideas centrales, principios teóricos y estrategias. Las políticas formuladas, con lo predecible, también son muy similares. Las "acciones y medidas” recomendadas por la CEPAL y las "reformas esenciales", definidas por el Banco Mundial se puede resumir de la siguiente manera: la reforma institucional que orienta el sistema educativo hacia una configuración empresarial en lugar de ser un sistema educativo, se convierte en un mercado educativo; inversión de los recursos públicos, lo más importante en la enseñanza primaria y secundaria; plena autonomía administrativa y financiera, incluyendo la responsabilidad de los costos mediante la privatización progresiva de los otros niveles de la educación, la evaluación, el rendimiento y las políticas de financiación basado en los criterios del análisis económico neoclásico, definición de prioridades a través de la relación costo-beneficio.
UBO 2010
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